La anemia es una disminución anormal de los glóbulos rojos en la sangre. Cuando se produce, el oxígeno ya no se transporta correctamente a todas las células del cuerpo. Puede tener graves consecuencias, incluso la muerte. Para eso, hay que prevenirla.
Conocer las causas de la anemia
Las causas de la anemia son muchas y variadas. Aunque puede afectar a cualquiera, algunas personas son más vulnerables. Este es el caso de los niños, las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, las personas mayores, las personas que toman ciertos productos antiinflamatorios, etc.
Existen tres tipos diferentes de anemia y sus causas. Existe la anemia ferropénica, causada por una carencia de hierro. Es el más común. También está la anemia perniciosa, causada por una deficiencia de vitaminas B12 y B9 (folatos). Por último, la anemia aplásica está causada por una baja producción de glóbulos rojos por parte de la médula ósea. Este último caso es el más raro.
Tomar precauciones dietéticas para prevenir la anemia
Una buena prevención contra la anemia se realiza a través de la dieta. En efecto, para luchar contra esta enfermedad, se recomienda consumir alimentos ricos en hierro. Entre ellos están: las legumbres, las carnes rojas, los despojos, las verduras verdes, los moluscos, el hígado, el riñón, el corazón, los cereales, los pescados grasos, la yema de huevo, etc.
Lo mismo ocurre con los alimentos ricos en folato y vitamina B12. Entre ellos se encuentran los espárragos hervidos, la soja, la pasta fortificada, la lechuga, etc.
También es muy recomendable el consumo de ciertas frutas y verduras. Estos son frutas secas, remolacha, patatas, cítricos, espinacas, almendras, brócoli, zanahorias, nabos, etc.
El zumo de zanahoria, el de remolacha y el de berros son aún más nutritivos para prevenir la anemia. Es mejor tomarlos por la mañana y en otros momentos del día. Los alimentos ricos en vitamina C también son esenciales para prevenir la anemia. Favorecen la absorción del hierro.